domingo, 21 de abril de 2013

Primera parte

Entendí que mi vida era un desorden de mierda acumulada después de ver como estaba mi habitación. El polvo tapaba los títulos de mis libros, y los vinilos ya no giraban. Pretendía hacer como si nada, pero la mierda no se iba, como Diógenes.

Como cada día me convencía de que era el momento de cambiar, pero realmente nunca lo hacia, me gustaba vivir entre mierda, encontraba que era muy romántico, mi barba empezaba a tener trenzas, mi ropa ya no se planchaba nunca y mis pies olían a muerto, algo hacia mal, pero yo estaba bien con eso, no me importaba convertirme en alguien despreciado por la sociedad, tan solo acabar el día de trabajo y empezar a beber cerveza en cualquier bar o en casa mientras miraba una película.

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